abril 27, 2019

Ensoñación.

-¿Vamos a tomar un café?, yo invito.- Me dice mi amigo.
-¡Claro!- le respondo ante la perspectiva de un café y una buena conversación.
Pedimos un machiatto y tostadas mientras hablábamos sobre trabajo y similares.
Al rato noté que en la mesa del fondo había dos amigas, y una de ellas, una mulata, no paraba de mirarme.
Quedé fascinado con su mirada, y comenzamos a dedicarnos sonrisas, gestos y palabras en silencio. Luego juntamos las mesas y tuvimos una animada conversación los cuatro, pero pronto el mundo desapareció para la mulata y para mí.
Pedimos la cuenta, número de celular, despedida, caminata, semáforos, risas hasta llegar a un cómodo sofá,  la piel expuesta de la mulata aumentó y ya no pude evitar tocarla, me cautivó un lunar al que comenzé a acercarme haciendo círculos con mis dedos, sintiendo su calor y sus latidos... vaya... cómo ardía la piel de esa mulata...

-¡Leo! ¡El café se revuelve con la cuchara, no con los dedos!-
Me decía divertido mi amigo mientras me alcanzaba una servilleta.

mayo 08, 2018

Madre hay una sola

Justo cuando pensé que mi delito había pasado piola, ella preguntó a viva voz:

- ¿quién se comió mi pedazo de torta?

Me limpié la boca demasiado tarde, ya me había visto. Corrí escaleras abajo buscando la puerta de calle, y mientras me auto-felicitaba por ser tan rápido abriendo la puerta del jardín… sentí el impacto en medio de la espalda que me hizo tropezar y caer de bruces en el suelo. Una vez más la “Chancla del infinito” había dado en el blanco.

-Mamá!- reclamé- menos mal que no eres Thanos!

Y ella me respondió, mientras me miraba con cara de triunfo y se ponía su chancla adornada con piedritas de colores:

-No seré Thanos, pero igual te quedaste sin celular el fin de semana. Y chasqueó los dedos.



(Mayo 8, 2018)

agosto 13, 2017

Hipérbaton

-Té quiero- le dije mirándola a los ojos.
-Yo también- me respondió y se colgó de mi cuello para besarme hasta provocarme vértigo y hacer desaparecer el mundo. Luego se despidió feliz dando un portazo.
Y me quedé con las ganas de tomar once con ella.
(Agosto 13, 2017)

junio 21, 2017

Cotonito marciano

Me subí al ovni y saludé al que parecía el piloto amablemente.
Se me quedó mirando y rápidamente busqué en mi memoria de dónde lo conocía, pero no pude dar con su rostro en mis recuerdos.
Luego me siguió con la mirada mientras buscaba dónde sentarme, y cuando me acomodé noté que aún me seguía mirando. Ahora me preocupaba, parafraseando al poeta Jorge Yáñez "¿no me habrá tomado por otro?".
Opté por ignorarlo, pero aún sentía su mirada sobre mí.
Cuando abrí la pantalla de mi computador entendí la razón de su insistente mirada: ahí en el reflejo ví como tenía conectado un cotonito en mi oreja izquierda. Palidecí de la vergüenza, y pensaba en la cantidad de personas que me habían visto así durante la mañana.
Rápidamente puse remedio a la situación y saqué otro cotonito y lo conecté a mi oreja derecha. ¡Que alivio!
Ahora miré sonriente al piloto quien levantó su dedo pulgar en aprobación.

mayo 10, 2017

Reflejo de amor

-Está despejado, hace calor y el cielo tiene ese azul intenso típico del desierto- le digo con satisfacción, orgulloso de mis orígenes pampinos, mirando por la ventana.
-Acá hace frío y está lloviendo a cántaros, y mi ventana está empañada por el calor de la chimenea- me responde con orgullo de sureña que ama su tierra y su clima.
Cuando colgué el teléfono me quedé pensando en que a pesar de los años transcurridos hay cosas que no cambian y que el tiempo hizo una pausa mientras nuestros caminos tomaron diferentes rumbos.

El cielo está despejado, la noche desértica está particularmente quieta, la luna ilumina el paisaje como si quisiera clonarse en la superficie terrestre. Me sorprende ver un zorro a la distancia, moviéndose entre las pequeñas dunas buscando su alimento.
El aroma de mi café me trae de vuelta a la realidad, cierro la ventana y me siento frente a mi escritorio para continuar escribiendo estas líneas.

En un descanso miro por la ventana y la luna iluminando todo me cautiva con su belleza, apago mi lámpara para disfrutar de ese gélido e iluminado desierto cuya belleza me conmueve, evoco la melodía del primer movimiento de la Sonata Moonlight y pienso -"Condenado sordo..."-, un nudo en la garganta me recuerda que aún tengo mis emociones en perfecto estado.
Y así, admirando la luna y el paisaje enmarcado por mi ventana, comienza el tercer movimiento de la sonata. Los arpegios se suceden con velocidad, y con admiración pienso -"condenado pianista..."- No sé en que momento sentí correr las gotas de agua por mi cara que dije -"¿tanto me emociona Beethoven que me hace llorar?"-. Un rostro aparece difuso en el cristal, y pensé que ella era la razón de mis lágrimas, pero cuando sentí las gotas en mi frente dudé de mi cordura, ahora un fuerte olor a pasto y tierra mojada impregna mi nariz, oigo piafar a una bestia a lo lejos y un perro ladra en respuesta, el sonido de los árboles mecidos por la brisa me dicen que aquí hay algo raro. Vuelvo a pensar "Re-condenado sordo..."

Un relámpago ilumina mi estudio, y... veo fugazmente mi reflejo en la ventana, estoy en la vereda empapado, llueve a cántaros, una pareja pasa corriendo por mi lado huyendo de la lluvia, -"Ilusos..."
Tomo conciencia del frío que tengo, de como la densa lluvia moja toda mi ropa, el agua helada me espabila, y no es su rostro lo que veo en la ventana, es ella dentro de su casa que me mira entre compasiva y divertida... el fuego de la chimenea ilumina el lado izquierdo de su rostro sereno y luego me muestra una toalla... esta será la mejor lluvia de mi vida.
Mayo 10, 2017

abril 18, 2017

Présbita

-Tienes una basurita en tu blusa- le dije todo amable y estiré mi mano para sacudirla.

Me dió vuelta la cara de una bofetada.

enero 25, 2017

Polos opuestos

-¡Verriondo!- le espetó ella dando un portazo.
-¡Carcunda!- le susurró él a través de la puerta.

Con la cara roja aún, abrió la puerta de golpe, y con los brazos en jarra le exigió:

-¡Pídeme perdón!

Y él cayó de rodillas.

Enero 25, 2017, 3:00 AM