octubre 21, 2015

Campo de Laureles

En la vorágine del camino veo tu sonrisa entre el gentío,
potente luz tu mirada, sin mirarla me encandilo;
te percibí dulce a pesar del camposanto,
te percibí susurro por sus habitantes eternos.

Tu vástago de ternura frenó mi triste prisa,
me baja del auto a tirones de sonrisas;
me desplomo fatigado a la vera del camino
largo ha sido el viaje y había olvidado mi destino.

El desierto florido acalla los graznidos con su color,
la gota de ternura acalla mi dolor con su calor;
tiemblan mis rodillas por perturbar el campo calmo,
laureles fragantes y cristalinos al alcance de mi mano
tiemblan mis dedos por perder su calor diáfano;
prefiero sentarme en la orilla del camino
y esperar la procesión llegar a su destino,
si acaso la Providencia ha mirado mi sino
tal vez contemple el ocaso sonriente, dorado y prístino.

febrero 04, 2015

Despenalización

-No hay problema, no se dará cuenta de nada.
-¡Pero no es justo! ¡Debemos esperar para avisarle! ¡Además alguien tendría que obligarlo a salir, y nadie quiere hacerlo!
-Tampoco es problema, obligaremos a cualquiera con un edicto.

Ajeno a la discusión que definía su futuro, seguía disfrutando de las comodidades y tranquilidad de su aposento. Todas sus necesidades estaban cubiertas.
Aunque intuía que había algunos que no estaban muy contentos con su presencia, le tranquilizaba que su anfitriona no pusiera reparos a la molestia que significaba su constante expansión.

No se dió cuenta cuando la tenaza le aferró una pierna destrozando sus débiles huesos cercenándola y desapareciendo por donde había venido. Su grito de dolor se ahogó en el líquido amniótico que lo rodeaba.