mayo 10, 2017

Reflejo de amor

-Está despejado, hace calor y el cielo tiene ese azul intenso típico del desierto- le digo con satisfacción, orgulloso de mis orígenes pampinos, mirando por la ventana.
-Acá hace frío y está lloviendo a cántaros, y mi ventana está empañada por el calor de la chimenea- me responde con orgullo de sureña que ama su tierra y su clima.
Cuando colgué el teléfono me quedé pensando en que a pesar de los años transcurridos hay cosas que no cambian y que el tiempo hizo una pausa mientras nuestros caminos tomaron diferentes rumbos.

El cielo está despejado, la noche desértica está particularmente quieta, la luna ilumina el paisaje como si quisiera clonarse en la superficie terrestre. Me sorprende ver un zorro a la distancia, moviéndose entre las pequeñas dunas buscando su alimento.
El aroma de mi café me trae de vuelta a la realidad, cierro la ventana y me siento frente a mi escritorio para continuar escribiendo estas líneas.

En un descanso miro por la ventana y la luna iluminando todo me cautiva con su belleza, apago mi lámpara para disfrutar de ese gélido e iluminado desierto cuya belleza me conmueve, evoco la melodía del primer movimiento de la Sonata Moonlight y pienso -"Condenado sordo..."-, un nudo en la garganta me recuerda que aún tengo mis emociones en perfecto estado.
Y así, admirando la luna y el paisaje enmarcado por mi ventana, comienza el tercer movimiento de la sonata. Los arpegios se suceden con velocidad, y con admiración pienso -"condenado pianista..."- No sé en que momento sentí correr las gotas de agua por mi cara que dije -"¿tanto me emociona Beethoven que me hace llorar?"-. Un rostro aparece difuso en el cristal, y pensé que ella era la razón de mis lágrimas, pero cuando sentí las gotas en mi frente dudé de mi cordura, ahora un fuerte olor a pasto y tierra mojada impregna mi nariz, oigo piafar a una bestia a lo lejos y un perro ladra en respuesta, el sonido de los árboles mecidos por la brisa me dicen que aquí hay algo raro. Vuelvo a pensar "Re-condenado sordo..."

Un relámpago ilumina mi estudio, y... veo fugazmente mi reflejo en la ventana, estoy en la vereda empapado, llueve a cántaros, una pareja pasa corriendo por mi lado huyendo de la lluvia, -"Ilusos..."
Tomo conciencia del frío que tengo, de como la densa lluvia moja toda mi ropa, el agua helada me espabila, y no es su rostro lo que veo en la ventana, es ella dentro de su casa que me mira entre compasiva y divertida... el fuego de la chimenea ilumina el lado izquierdo de su rostro sereno y luego me muestra una toalla... esta será la mejor lluvia de mi vida.
Mayo 10, 2017