enero 25, 2017

Polos opuestos

-¡Verriondo!- le espetó ella dando un portazo.
-¡Carcunda!- le susurró él a través de la puerta.

Con la cara roja aún, abrió la puerta de golpe, y con los brazos en jarra le exigió:

-¡Pídeme perdón!

Y él cayó de rodillas.

Enero 25, 2017, 3:00 AM

enero 24, 2017

Triángulo

-¿Ves que tengo razón?- me dijo.
Apretando los dientes de rabia tuve que reconocer que era verdad. Es lo malo de tener un amigo sabelo-todo.
-Mira lo que encontré- me dijo secretemente, y se me cayó la mandíbula cuando me mostró las fotos de mi ex semi-desnuda.
-¿Qué conversan uds. tan escondidos?- nos sorprendió Pamela
-¡Nada!- le contesté molesto, -cosas de hombres.
-¡No me gusta que se secreteen tanto! ¿porqué no puedo ver lo que te mostró? ¿es algo malo?
-¡No!
Es algo sin importancia- contesté y dí por cerrada la conversación.

Pamela dice que me ama, y yo la amo, pero la he sorprendido mirándolo con demasiado interés y eso me da rabia, pero tenía más rabia con mi ex porque dejó que su actual "peornes ná" le tomara esas fotos, quizá que cosas hacen después.
Ahora estoy celoso; ayer los sorprendí conversando a escondidas en un rincón. Tuve la impresión que fue ella quien lo arrinconó... pero no... ella me ama, yo la amo... son ideas mías.
Me molestó la forma en que lo tocaba, tenía su mano izquierda por detrás y con la derecha le acariciaba el rostro, recorría su contorno... y él... estaba radiante... como iluminado.
Cuando me vieron se hicieron los desentendidos, y yo hice como que no me dí cuenta. Pero la culpa es mía, yo quise integrarlo a él en nuestra relación y ella se está vengando.
Creo que ha llegado el momento de ponerle fin a nuestra amistad, porque yo sé lo que ella quiere, quiere saber todo sobre mi ex, y creo que pronto hará que él confiese todo. No debo dejar que eso pase.

-Buenas tardes, señor. ¿en qué puedo ayudarlo?
-Buenas tardes, quiero cambiar mi teléfono celular. (Marzo 2014)

enero 03, 2017

El inicio de algo nuevo (Nathaly Luciano)

Ha llegado el día, el día que todo estudiante no quiere que llegue: volver a clases. Volver a la rutina.

Nos alistamos para lo inevitable, nos alistamos para estudiar.

Llegamos y nos damos cuenta de que primero hay que atravesar un túnel de ojos.

Tratamos de buscar con la mirada alguna cara familiar; algunos lo logran, otros no.

Llaman nuestros nombres para formar los nuevos grupos, y finalmente al profesor asignado para el curso.

El nos dirige a la que será nuestra sala por los próximos dos años.

-Buenos días.
-Buenos días, profesor.
-Me llamo Leonardo, y voy a ser su profesor jefe estos dos años.



Este microcuento es una respuesta de mi alumna Nathaly a mi historia "Cachorros"