agosto 13, 2017

Hipérbaton

-Té quiero- le dije mirándola a los ojos.
-Yo también- me respondió y se colgó de mi cuello para besarme hasta provocarme vértigo y hacer desaparecer el mundo. Luego se despidió feliz dando un portazo.
Y me quedé con las ganas de tomar once con ella.
(Agosto 13, 2017)

junio 21, 2017

Cotonito marciano

Me subí al ovni y saludé al que parecía el piloto amablemente.
Se me quedó mirando y rápidamente busqué en mi memoria de dónde lo conocía, pero no pude dar con su rostro en mis recuerdos.
Luego me siguió con la mirada mientras buscaba dónde sentarme, y cuando me acomodé noté que aún me seguía mirando. Ahora me preocupaba, parafraseando al poeta Jorge Yáñez "¿no me habrá tomado por otro?".
Opté por ignorarlo, pero aún sentía su mirada sobre mí.
Cuando abrí la pantalla de mi computador entendí la razón de su insistente mirada: ahí en el reflejo ví como tenía conectado un cotonito en mi oreja izquierda. Palidecí de la vergüenza, y pensaba en la cantidad de personas que me habían visto así durante la mañana.
Rápidamente puse remedio a la situación y saqué otro cotonito y lo conecté a mi oreja derecha. ¡Que alivio!
Ahora miré sonriente al piloto quien levantó su dedo pulgar en aprobación.

mayo 10, 2017

Reflejo de amor

-Está despejado, hace calor y el cielo tiene ese azul intenso típico del desierto- le digo con satisfacción, orgulloso de mis orígenes pampinos, mirando por la ventana.
-Acá hace frío y está lloviendo a cántaros, y mi ventana está empañada por el calor de la chimenea- me responde con orgullo de sureña que ama su tierra y su clima.
Cuando colgué el teléfono me quedé pensando en que a pesar de los años transcurridos hay cosas que no cambian y que el tiempo hizo una pausa mientras nuestros caminos tomaron diferentes rumbos.

El cielo está despejado, la noche desértica está particularmente quieta, la luna ilumina el paisaje como si quisiera clonarse en la superficie terrestre. Me sorprende ver un zorro a la distancia, moviéndose entre las pequeñas dunas buscando su alimento.
El aroma de mi café me trae de vuelta a la realidad, cierro la ventana y me siento frente a mi escritorio para continuar escribiendo estas líneas.

En un descanso miro por la ventana y la luna iluminando todo me cautiva con su belleza, apago mi lámpara para disfrutar de ese gélido e iluminado desierto cuya belleza me conmueve, evoco la melodía del primer movimiento de la Sonata Moonlight y pienso -"Condenado sordo..."-, un nudo en la garganta me recuerda que aún tengo mis emociones en perfecto estado.
Y así, admirando la luna y el paisaje enmarcado por mi ventana, comienza el tercer movimiento de la sonata. Los arpegios se suceden con velocidad, y con admiración pienso -"condenado pianista..."- No sé en que momento sentí correr las gotas de agua por mi cara que dije -"¿tanto me emociona Beethoven que me hace llorar?"-. Un rostro aparece difuso en el cristal, y pensé que ella era la razón de mis lágrimas, pero cuando sentí las gotas en mi frente dudé de mi cordura, ahora un fuerte olor a pasto y tierra mojada impregna mi nariz, oigo piafar a una bestia a lo lejos y un perro ladra en respuesta, el sonido de los árboles mecidos por la brisa me dicen que aquí hay algo raro. Vuelvo a pensar "Re-condenado sordo..."

Un relámpago ilumina mi estudio, y... veo fugazmente mi reflejo en la ventana, estoy en la vereda empapado, llueve a cántaros, una pareja pasa corriendo por mi lado huyendo de la lluvia, -"Ilusos..."
Tomo conciencia del frío que tengo, de como la densa lluvia moja toda mi ropa, el agua helada me espabila, y no es su rostro lo que veo en la ventana, es ella dentro de su casa que me mira entre compasiva y divertida... el fuego de la chimenea ilumina el lado izquierdo de su rostro sereno y luego me muestra una toalla... esta será la mejor lluvia de mi vida.
Mayo 10, 2017

abril 18, 2017

Présbita

-Tienes una basurita en tu blusa- le dije todo amable y estiré mi mano para sacudirla.

Me dió vuelta la cara de una bofetada.

enero 25, 2017

Polos opuestos

-¡Verriondo!- le espetó ella dando un portazo.
-¡Carcunda!- le susurró él a través de la puerta.

Con la cara roja aún, abrió la puerta de golpe, y con los brazos en jarra le exigió:

-¡Pídeme perdón!

Y él cayó de rodillas.

Enero 25, 2017, 3:00 AM

enero 24, 2017

Triángulo

-¿Ves que tengo razón?- me dijo.
Apretando los dientes de rabia tuve que reconocer que era verdad. Es lo malo de tener un amigo sabelo-todo.
-Mira lo que encontré- me dijo secretemente, y se me cayó la mandíbula cuando me mostró las fotos de mi ex semi-desnuda.
-¿Qué conversan uds. tan escondidos?- nos sorprendió Pamela
-¡Nada!- le contesté molesto, -cosas de hombres.
-¡No me gusta que se secreteen tanto! ¿porqué no puedo ver lo que te mostró? ¿es algo malo?
-¡No!
Es algo sin importancia- contesté y dí por cerrada la conversación.

Pamela dice que me ama, y yo la amo, pero la he sorprendido mirándolo con demasiado interés y eso me da rabia, pero tenía más rabia con mi ex porque dejó que su actual "peornes ná" le tomara esas fotos, quizá que cosas hacen después.
Ahora estoy celoso; ayer los sorprendí conversando a escondidas en un rincón. Tuve la impresión que fue ella quien lo arrinconó... pero no... ella me ama, yo la amo... son ideas mías.
Me molestó la forma en que lo tocaba, tenía su mano izquierda por detrás y con la derecha le acariciaba el rostro, recorría su contorno... y él... estaba radiante... como iluminado.
Cuando me vieron se hicieron los desentendidos, y yo hice como que no me dí cuenta. Pero la culpa es mía, yo quise integrarlo a él en nuestra relación y ella se está vengando.
Creo que ha llegado el momento de ponerle fin a nuestra amistad, porque yo sé lo que ella quiere, quiere saber todo sobre mi ex, y creo que pronto hará que él confiese todo. No debo dejar que eso pase.

-Buenas tardes, señor. ¿en qué puedo ayudarlo?
-Buenas tardes, quiero cambiar mi teléfono celular. (Marzo 2014)

enero 03, 2017

El inicio de algo nuevo (Nathaly Luciano)

Ha llegado el día, el día que todo estudiante no quiere que llegue: volver a clases. Volver a la rutina.

Nos alistamos para lo inevitable, nos alistamos para estudiar.

Llegamos y nos damos cuenta de que primero hay que atravesar un túnel de ojos.

Tratamos de buscar con la mirada alguna cara familiar; algunos lo logran, otros no.

Llaman nuestros nombres para formar los nuevos grupos, y finalmente al profesor asignado para el curso.

El nos dirige a la que será nuestra sala por los próximos dos años.

-Buenos días.
-Buenos días, profesor.
-Me llamo Leonardo, y voy a ser su profesor jefe estos dos años.



Este microcuento es una respuesta de mi alumna Nathaly a mi historia "Cachorros"